Hace un par de meses, el candidato republicano a la presidencia estadounidense, Donald Trump, pidió a los rusos hackear los correos de su rival Hillary Clinton para conocer toda la verdad sobre éstos. Hace unos días, la piratería cibernética ha descubierto el uso de substancias ilegales por parte de la No. 1 del mundo, Serena Williams.

Ocho extraordinarios días de tenis olímpico coronan a Murray y Puig, y convierten en héroes olímpicos a Del Potro y Nadal.

Algunas de las principales raquetas tanto del circuito masculino como femenino lucen tatuajes relacionados con algún hecho que ha marcado su vida o su carrera deportiva. Uno de los más comentados a principios de este mismo año fue el que tiene el suizo Stanislas Wawrinka en su brazo que dice  "Ever tried. Ever failed. No matter. Try Again. Fail again. Fail better”, palabras del autor irlandés Samuel Beckett que significa: "Siempre intentaste.

Bethanie Mattek-Sands se sacó la lotería en Melbourne ya que le tocó contra la diva rusa María Sharapova en primera ronda del Abierto Australiano, lo cual le aseguraba que su partido tendria cobertura televisiva de ESPN.

Y la tenista estadounidense lo aprovechó al máximo, llamando la atenciòn como acostumbra, con estrafalario vestuario que parece compró en una venta de garage o extrajo del armario de su abuelita, y que complementan sus floreados tatuajes naranja y morado en su brazo derecho, y su cabello teñido de colores neón.

Mucha gente todavía no la conoce, pero la estadounidense Bethanie Mattek Sands es fácilmente la más excéntrica y peor vestida de las tenistas.

A Bethanie le gusta presentarse a sus matches con ropa que parece de segunda mano y que salió de alguna “venta de garage”. Su “look” es una combinación entre de mal gusto y divertida.

La semana pasada en el torneo de Memphis, traía puesta una banda en la cabeza, playera, diminutos shorts negros, calcetas negras largas y tenis negros.