El servicio de Andy Roddick, que alcanza 250 km. por hora, es uno de los más rápidos del circuito tenístico  y al analizar su peculiar anatomía hemos descubierto la razón.

De acuerdo a Bob Prichard, presidente de Somax Sports, una clínica de California que trabaja con atletas de alto nivel, ha descubierto que el tenista estadounidense debe mucho de su potencia a la inusual flexibilidad de sus costillas y columna vertebral.

“La habilidad de Roddick para curvar su espalda incrementa la rotación extrema de su brazo a 130 grados, 44% más que el promedio de los grandes tenistas”, explico Prichard.

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