Wimbledon, ¿Grand Slam no apto para hispanoparlantes?
2018-07-02Este año Wimbledon cumple 141 años y en ese lapso de tiempo, grandes tenistas hispanoparlantes han dejado una huella dorada en la Catedral del Tenis. Con el arranque del torneo más importante del mundo, es tiempo de héroes y éstos son los nuestros.
Manolo Santana es quien abre la puerta
Tuvieron que pasar 89 años antes de que Wimbledon viera un campeón hispanoparlante en la figura del jugador español Manuel Santana quien en sets consecutivos derrotó al estadounidense Dennis Ralston.
Treinta y seis años después un jugador argentino volvería a ilusionarnos cuando David Nalbandian quedó de subcampeón, perdiendo fácilmente la final ante el australiano Lleyton Hewitt.
Nadal, el monstruo del tenis hispanoparlante también en Wimbledon
El mejor arcillista de la historia y segundo en cuanto a cantidad de tìtulos de Grand Slam ganados, Rafael Nadal, vencería a Roger Federer en 2008 en lo que se cataloga como una de las más grandes y dramáticas finales de la historia en cinco sets 6–4 6–4 6–7(5–7) 6–7(8–10) 9–7.
El tenista español de 22 años volvería a levantar el trofeo en la Cancha Central dos años después, sometiendo sin dificultad al checo Tomás Berdych.
Sabatini, la que más se acercó en singles y primera campeona en dobles
Sería la ex TOP 3 de la WTA, Gabriela Sabatini, la hispanoparlante que llegaría más lejos en la Cancha Central.
En 1991, la tenista argentina perdió apretada final contra la leyenda alemana Steffi Graf 6–4 3–6 8–6.
Curiosamente, Sabatini, haciendo pareja con Graf, se convertiría en la primera hispanoparlante en levantar el trofeo al ganar el dobles en 1988.
Siete años después la dupla de la checa Jana Novotna y la ex número 1 española Arantxa Sánchez se coronaron en 1995, remontando el balance negativo de haber perdido el primer set.
Héroes mexicanos de los dobles en la Catedral del Tenis
El mejor jugador azteca de la historia, Rafael Osuna, fue quien pondría en alto al tenis mexicano al ganar dos veces el dobles en Wimbledon.
Primero haciendo equipo con Dennis Ralston en 1960, y tres años después de la mano de su connacional Antonio Palafox, Osuna se proclamarìa campeón de dobles en la Catedral del Tenis.
En 1976, otro tenista mexicano, Raúl Ramírez y su inseparable compañero Brian Gottfried derrotaron a los australianos Case y Masterson en cinco sets. Tres años antes en mixtos, Ramírez llegaría a la final de pareja de la estadounidense Janet Newberry.
Mención honorífica merece el albiceleste Enrique Morea, quien llegó tres veces a la final de mixtos en Wimbledon en 1952, 1953 y 1955, sin poder concretar el triunfo.
Tres triunfos en la modalidad de singles en 141 años, concluyen inobjetablemente que el césped de Wimbledon parece no estar hecho para los jugadores hispanoparlantes. Sin embargo, el éxito el año pasado (2017) del juvenil español Alejandro Davidovich Fokina y el argentino Axel Geller como finalistas en la versión junior augura que esto puede cambiar en el mediano plazo y otro hispanoparlante podría volver a levantar el trofeo en el Grand Slam londinense.