Kim Clijsters puede ser catalogada como el mejor retorno al circuito después de retirarse en la historia del tenis.

La tenista belga se retiro en 2007, se casó, tuvo una niña y un par de años después regresó para contra todos los pronósticos ganar el título del US Open en 2009, el cual refrendó en 2010.

El peor regreso después de retirarse es el de Bjorn Borg. El tenista sueco se retiro en 1983 a los 26 años, tras ganar 11 títulos de Gran Slam.

En 1991, Borg decidió regresar para el torneo de Monte Carlo. Bjorn jugó un total de 12 torneos perdiendo en la primera ronda de cada uno de ellos antes de retirarse definitivamente.

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