“No es el más rápido, ni el más fuerte, sino el más adaptable el que sobrevive,” descubrió el célebre naturista inglés Charles Darwin,  y para los deportistas de alto rendimiento, la evolución biomecánica es la diferencia entre tener éxito en el circuito o fracasar y tener que retirarse por lesión.

“Empecé el año con un récord de 1-6, pero no estaba jugando mal, estaba perdiendo partidos apretados,” dice John Isner, ganador del Masters 1000 de Miami 2018, quien continúa explicando que perder partidos apretados tiene una carga emocional fuerte, pero por otro lado estas consciente de que estuviste muy cerca de la victoria y que fueron un puñado de puntos los que determinaron la diferencia.

En 2003, a los 16 años de edad, Rafael Nadal sufre una de sus primeras lesiones en el circuito ATP cuando un problema en el codo provocó que se retirara de lo que hubiera sido su primera participación en un torneo de Grand Slam, el Roland Garros.

Casi 15 años después, Nadal es el “Rey de la Arcilla”, con nada menos que 11 títulos en Roland Garros.

Esta es una faceta de Roger Federer que probablemente desconocías, pero te aseguro que el mismo nivel de genialidad que exhibe dentro de la cancha, lo demuestra en el grado de inteligencia social que tiene fuera de ella.

Roger, el “sindicalista”

“Yo creo que estaría muy orgulloso de mi, pienso que él nunca hubiera querido que yo fuera un desperdicio de talento.

En su etapa infantil, Roger Federer destacaba en varios deportes, pero sus favoritos eran tenis y…. fútbol. De acuerdo con su coach de soccer, Federer era un niño superdotado atleticamente y fácilmente lo mejor que había entrenado en toda su vida. Sin embargo, a los 12 años decidió priorizar el tenis y dejarlo todo por el deporte de la raqueta.