El tenista debe comprender que en este deporte hay que aprender a convivir con los errores. Ellos están siempre presentes en cada punto.

Entender esta premisa es algo muy difícil, porque cualquiera que sea el nivel, los tenistas empiezan a perder la paciencia cuando los errores aparecen.

Quiero hacer un paralelismo con un piloto de Fórmula 1. Imaginemos que un corredor entra mal a una curva y pierde algunas posiciones, si se pone nervioso y empieza a insultarse a si mismo por su falta de pericia, es muy probable que en la próxima curva pueda a llegar a perder su vida debido a su creciente histeria. En el tenis, obviamente esto último no ocurre, pero sí sucede, que por nuestros errores tejemos una “telaraña mental” de la cual es muy difícil salir y nuestros yerros acompañados por los nervios nos llevan a perder el partido.

Si no aprendemos a vivir con nuestras malas ejecuciones es porque no entendemos el juego mental. Cuando se comete un error, hay que reaccionar, programándonos para poner más atención y concentración en el siguiente punto y no caer en los mismos errores, mejorando nuestra actuación.

Roger Federer y Rafael Nadal, entre otros, son referentes a seguir en muchas cosas, pero en este tema son excelentes ejemplos a imitar. El suizo una vez afirmó que él se convirtió en un ganador consistente cuando se dio cuenta que al perder no pasaba nada.

Convivir con el error es algo muy difícil para los tenistas, pero hay que hacerles aprender que los nervios y la frustración sólo llevarán al fracaso deportivo; mientras que la paciencia y la calma traerán buenos resultados a corto o a largo plazo.

Mariano J. Fava.
Graduado en Comunicación Social (Mercyhurst College, EE.UU).
Periodista Deportivo (Escuela Superior de Ciencias Deportivas, Buenos Aires, Argentina).
Entrenador Nacional de Tenis.
Prensa y Comunicación del Profesorado Superior Argentino de Tenis (PROSAT).