Ernests Gulbis, el verdugo de Roger Federer en Roland Garros 2014, nació en Lituania, pero vivió en Alemania desde los doce años y fue allí donde inició su desarrollo como tenista. Hoy en día, Ernests es TOP 20, “danke schon” a los alemanes.

Alrededor del mundo, hay incubadoras de talento deportivo, lugares y países propicios para potenciar el talento infantil y juvenil como lo son el Estado de La Florida en Estados Unidos y el país de España, Alemania es otro de estos.

Malcolm Gladwell, el popular autor canadiense de ascendencia jamaicana, en su libro "The Oultiers" analiza a fondo lo que es el éxito y uno de sus capítulos lo dedica al grupo Los Beatles, citando el periodo del grupo británico en el cual trabajaron jornadas larguísimas en los bares alemanes de Hamburgo como el que definitivamente prepararía a John, George, Paul y Ringo para el super estrellato que el destino les depararía algunos años después.

El tenis no es muy diferente al mundo de la música, y Alemania ha sido fértil suelo para el florecimiento no sólo de Ernests Gulbis, sino de uno de los mejores tenistas de la actualidad, Novak Djokovic, quien debido al conflicto bélico que se vivía en la ex Yugoslavia hace un par de décadas cuando el tenista era niño, emigró a la nación germana para continuar su desarrollo deportivo.

Desde el punto de vista sociológico debe haber decenas de factores que hacen que estos tres lugares-- La Florida, España y Alemania--sean sembradíos ideales para el desarrollo de tenistas infantiles y juveniles, y constituye un reto muy interesante el tratar de copiarlos, replicarlos y adaptarlos a otras partes del mundo.