La mente dividida de Del Potro
2011-09-12En el US Open 2011, Juan Martin del Potro regresaba al escenario de su victoria más importante, lugar donde se había coronado dos años antes, con la oportunidad de volver a triunfar, pero la duda e incertidumbre lo harían trizas.
Enfrentaba a Gilles Simon en la tercera ronda, al cual había derrotado dos veces en sus tres encuentros previos. Los números favorecían al tenista argentino y sería un partido muy cerrado.
Con Simon arriba dos sets a uno, 4-6, 7-6, 6-2, en el cuarto set se vio por primera vez la fisura en la mente de Del Potro, una parte de él quería ganar y la otra… tenía temor a volver a lesionarse, atormentando por el año que estuvo fuera del circuito y la operación en su muñeca derecha.
Estando arriba 0-40 y con posibilidades de romper el servicio de Gilles y ganar el cuarto set para emparejar el score, el juego de Del Potro empezó a derrumbarse con un exceso de errores no forzados, La mente de Del Potro había encontrado el argumento perfecto para perder—“no me quiero volver a lesionarme”.
Tras ser derrotado por el tenista francés 4-6, 7-6, 6-2, 7-6, un atormentado e incómodo Juan Martín lo confirmaría en la conferencia de prensa—mi coach y yo queremos terminar el año sin lesiones.
Tarea para el coach de Del Potro, Franco Davin, persona con enorme calidad humana y uno de los mejores coaches del circuito-- remendar esa fisura en la mente del campeón.