Petra Kvitova se ha vuelto a convertir en la gran heroína checa al dar los dos puntos de individuales a su país para lograr su octava Copa Federación, la tercera en cuatro años.

Tras una primera jornada en la que Kvitova superó en dos mangas a Andrea Petkovic y Lucie Safarova doblegó también en dos sets a Angelique Kerber, las checas comenzaban el domingo a solo una victoria de alzar la octava Copa Federación de la historia.

Lograr ese punto podía ser obra, como así lo fue, de Petra Kvitova, una tenista con un balance favorable en la competición de 22-7. La checa no falló, pese a que Kerber la obligó a estar en pista durante más de tres horas y a dar la vuelta a un 1-4 en el tercer parcial.

Con el triunfo de Kvitova, la República Checa ponía el 3-0 y se alzaba con su octava Copa Federación, siendo la segunda nación con más títulos en la competición, solo por detrás de Estados Unidos, con 17.

Lo cierto es que las checas han sido las claras dominadoras de la competición en los últimos años, gracias al compromiso con su país de Kvitova, Safarova y las doblistas Andrea Hlavackova y Lucie Hradecka. Este cuarteto ha hecho posible el triunfo en 2011, 2012 y ahora. Además, en ausencia de algunas de ellas, Klara Koukalova o Barbora Zahlavova Strycova siempre han mostrado su disponibilidad, como ocurrió en la primera ronda ante España.

La República Checa es un equipo temible y en su casa no pierden desde 2009, cuando lo hicieron ante Estados Unidos por 2-3.

Por su parte, Alemania buscaba su primera Copa Federación en los últimos 22 años, ya que la última que ganaron fue en 1992 cuando derrotaron a España en la final. Pese a ir con sus mejores tenistas, no pudieron llevarse el título y Goerges y Lisicki maquillaron el resultado a 3-1 al imponerse en el dobles.