La madurez no es un período de la vida donde las habilidades se ven disminuidas, sino una etapa en donde los recursos se potencian a su máximo exponente como lo demostró Roger Federer al ganar su título No. 18 de Grand Slams en el Abierto Australiano 2017.

La edad es un número que suma

Sin importar la carga que representan 35 años de edad para un deportista de alto rendimiento, Roger Federer demostró en Melbourne que cada día representa un reto de autosuperación. Roger regresó al circuito en el Abierto Australiano para confirmar que sus 178 días de inactividad no fueron una pérdida de tiempo, sino una exitosa inversión. Al observar el nivel desplegado en Australia, es obvio que ese período alejado del circuito, fue sabiamente utilizado para mejorar su nivel en varios aspectos que resultan clave, como lo es la movilidad, el saque, su revés y la estrategia de ataque a la red.

Para ganar, hay que derrotar a los mejores

En Melbourne, el cuadro gradualmente se fue cerrando para el suizo, por lo que tuvo que despachar en el camino a la corona a cuatro jugadores del TOP 10: Tomas Berdych en octavos de final, Kei Nishikori en cuartos de final, Stan Wawrinka en semifinales y Nadal en la final. Este hecho igualó la hazaña lograda por Mats Wilander en Roland Garros 1982.

Cinco años le tomó rejuvenecer y renovarse

Wimbledon 2012 había sido fue la última vez que Federer levantó su último título de Grand Slam. Después de aquel título, en varias ocasiones el suizo daba la impresión de estar agotado y enfadado con el tenis, y a la espera del momento adecuado para anunciar su retiro. Como solución a ésto, en la temporada 2014 contrató a Stefan Edberg como entrenador con el principal objetivo de levantar la ansiada corona número 18 en torneos grandes. Edberg fue el encargado de rejuvenecer a Federer y volver a ponerlo a punto para competir dentro del TOP 3.

Cumplidos 32 años de edad, inmediatamente se vio la mano del sueco en el juego de Federer y arrancó el año con una semifinal en Melbourne, para después llegar a una nueva final en Wimbledon, donde fue derrotado por Novak Djokovic. Meses más tarde, todo estaba encaminado para que tomara posesión de su sexto título en la Gran Manzana, pero fue derrotado en la antesala por el croata Marin Cilic.

En 2015 no tuvo el arranque deseado, siendo eliminado en tercera ronda en Australia y en los cuartos de final de Roland Garros. Semanas más tarde volvía a llegar a la final de Wimbledon, donde nuevamente fue eliminado por Novak Djokovic, dinámica que se extendería a la final del Abierto de Estados Unidos.

El año del sabio retiro por seis meses

2016 arrancó con la sorpresa que Edberg ya no trabajaría más con el equipo de Federer. En Melbourne cayó en semifinales ante Djokovic y sufrió una ruptura de meniscos en la rodilla derecha que lo marginó varios meses, regresando para perder en semis en Wimbledon derrotado por Milos Raonic  y recayendo de la lesión para anunciar que terminaría su participación en el año.

“#Bel18ve”

Con la llegada de Ivan Ljubicic al equipo de trabajo del suizo, el croata retomó el trabajo que Edberg dejo pendiente para finalmente conseguir el tan ansiado título 18 de Grand Slams, marca que se ve muy difícil de superar, si no es que imposible,  para las nueva generaciones de tenistas y que reafirman su calidad como el mejor tenista de la historia.

LO QUE TIENES QUE SABER

A sus 35 años de edad, Roger Federer es campeón del Abierto Australiano 2017 debido a que ha sabido sumar a su madurez y experiencia de 19 años en el circuito ATP, un fantástico equipo de trabajo que le ha permitido solucionar sus puntos débiles y potenciar elementos que son clave para el éxito deportivo.