Más de 2,000 espectadores se dieron cita en el Estadio Rafael “Pelón” Osuna del Centro Deportivo Chapultepec para despedir a la cuarta edición del Abierto Juvenil Mexicano.

 

La ceremonia se viste de gala con leyendas del tenis nacional. La organización del torneo tuvo el gran detalle de llevar a las ceremonias de premiación a grandes figuras del tenis nacional como internacional. Para la final de dobles el encargado de entregar el trofeo de campeón a los ganadores, fue el gran Francisco “Panchito” Contreras, quien en su discurso conmovió al público presente contando como anécdota el camino que México tuvo que pasar para llegar a la final de Copa Davis de 1962, en la que se perdió contra la poderosa Australia de Rod Laver.

 

Para la final de singles los encargados de condecorar a los triunfadores fueron la leyenda del tenis mexicano Rosa María Reyes, quien ganó en 1958 Roland Garros en la modalidad de dobles junto a Yola Ramírez. El otro personaje de honor fue el francés Pierre Darmon, quien es considerado uno de los mejores jugadores de la época dorada del tenis francés. Las tres leyendas mostraron su entusiasmo de estar presentes en la premiación.

 

14 años, nuevo récord y un futuro prometedor. En el cuadro femenil la campeona fue la estadounidense Amanda Anisimova, quien con tan solo 14 años logró consagrarse como la jugadora más joven en conseguir este torneo. Anisimova se encaminaba como la gran favorita debido al juego tan completo y potente que desplegó durante toda la semana; en la final venció a la británica y sembrada número dos, Katie Swan con parciales de 7-5 3-6 6-3. La campeona comenzó el partido un tanto dubitativa, lo que ocasionó que para ganar el primer set tuviera que recuperarse de dos quiebres de servicio en contra. Por su parte Swan nunca bajó la guardia, igualó los cartones, pero ya en el set definitivo dos desafortunados errores de los jueces de línea ocasionaron que decayera moralmente y con esto cediera su servicio para que la norteamericana sacará para campeonato.

 

Argentino con “Corazón de León”. El campeón varonil fue el argentino Genero Alberto Olivieri, quien a lo largo de la semana se ganó el apodo de “mata sembrados” gracias a sus victorias ante los clasificados número cuatro, doce y trece del torneo. Sin lugar a dudas tras su partido de cuartos de final ante el norteamericano Ulises Blanch, Olivieri empezó a ponerse la bandera de máximo favorito al título. En la final se enfrentó al egipcio Yousef Hussein, quien de la misma forma había vencido a distintos sembrados del torneo, Hussein no pudo hacer nada ante el nacido en Buenos Aires a pesar de su gran revés y juego de servicio; la final se decidió en dos sets con parciales de 6-3 6-4 para Olivieri.

 

Vilas y del Potro, parte del legado argentino del torneo. Al termino del partido Olivieri hablo para Flashtennis: “Estoy jugando muy bien, fue el mejor logro de mi vida hasta ahora. Espero sigan muchos más”. Momentos después le preguntamos si era conocedor de la tradición argentina que tiene este torneo, ya que jugadores como Guillermo Vilas y Juan Martín Del Potro se habían coronado aquí,  lo que Olivieri respondió “La verdad es una felicidad enorme, esto no quiere decir nada y hay que seguir trabajando para llegar a donde llegaron ellos, seguir adelante y seguir mejorando”. Para finalizar Genaro nos comentó que se va feliz y a gusto con el público, la organización y el torneo.