El serbio Novak Djokovic, número uno del mundo, volvió a dejar claro que el torneo de Beijing es uno de sus favoritos y donde mejor tenis practica y, de momento, fuera del alcance para el resto de tenistas. Y es que Djokovic logró su quinto título en su quinta participación en el evento, logrando una marca de 24 victorias por ninguna derrota. Esta vez, en la final doblegó con contundencia al checo Tomas Berdych por 6-0 y 6-2.

Tras la final, fue el propio tenista checo quien reconoció el grandísimo nivel al que había jugado Djokovic. “Fui barrido de la pista. Le he dicho a mi entrenador que quizá haya jugado más de 700 partidos en mi carrera, y con jugadores como Agassi y Federer, pero nunca había vivido algo así”.

En la competición femenina la corona fue para la rusa Maria Sharapova, quien acabó con la buena racha de ocho victorias consecutivas de la checa Petra Kvitova al vencerla por 6-4, 2-6 y 6-3. Fue el cuarto título del año para la rusa, 33 de su carrera, y el primero en 20 meses en pista rápida, tras el logrado en Indian Wells en 2013.

Ganar en Beijing también le dio a Sharapova el número dos del mundo. Un lugar que no ocupaba desde hace una año y tres meses. Es más, en el caso de que Serena Williams, que se retiró en los cuartos debido a una lesión en la rodilla, no juege en la Final WTA de la temporada en Singapur, la rusa podría ser la nueva número uno del mundo.

En el ATP de Tokio se llevó el gato al agua el ídolo local Kei Nishikori, logrando así su cuarto título del año, segundo de forma consecutiva, y su segunda corona en el torneo. La final fue una repetición de la de 2012, y al igual que entonces, Nishikori ganó la partida a Milos Raonic.

Con su victoria el tenista nipón queda muy cerca de clasificarse para las Finales ATP, algo que hasta la fecha no ha conseguido ningún tenista asiático. Raonic, por su parte, sigue con su maldición en Tokio, ya que ha disputado las tres últimas finales y todas ellas las ha perdido.