El tenista alemán Jan-Lennard Struff, No. 63 del mundo, fue demandado por su entrenadora de 20 años, Ute Strakerjahn, alegando que no sólo ha incumplido acuerdos preestablecidos en el contrato, sino que es un mal agradecido.

“Me quedo con las manos vacías”

En la demanda impuesta por Strakerjahn, ella solicita una indemnización de 170,000 euros debido a que el tenista decidió dar fin a la relación laboral en 2015, un año antes de la fecha preestablecida.

Ante esta situación, dijo sentirse  desilusionada, “Ahora que el trabajo está dando resultados, estoy con las manos vacías. Estoy muy decepcionada desde el punto de vista humano. Yo era la persona que más creía en él, junto con su familia”.

Influencia en Copa Davis

La relación entre el jugador alemán y su entrenador siempre fue bastante buena,  juntos consiguieron dos títulos Challenger e incluso eliminar a Stanislas Wawrinka hace unos meses en el Masters 1000 parisino.  A pesar de los resultados y la buena relación es Strakerjahn quien piensa que “Struffi” estuvo negativamente influenciado por el equipo alemán de Copa Davis, esto debido a que desde su destitución fue Carsten Arriens, antiguo capitán alemán de Copa Davis, quien tomó las riendas en el equipo de trabajo del jugador de 26 años.

Cambio de panorama para el jugador conforme va creciendo

Esta es una situación que se suscita con frecuencia en el mundo del tenis debido a que las expectativas del entrenador son que conjuntamente con el jugador ambos cosecharán los frutos de años de trabajo, pero la realidad es que conforme se desarrolla el tenista, sus horizontes, oportunidades y su red de contactos se amplía y esto obviamente modifica el panorama para ambos.