Todos hemos pasado por momentos extremos de frustración mental y/o física al jugar tenis. A cualquier edad sin importar cual sea nuestro nivel de juego y metas en éste deporte todos podemos disfrutar y aprovechar nuestro tiempo en la cancha sabiendo manejar nuestras emociones.

¿Qué soluciones tenemos para poder jugar con más relajación?

Desde el calentamiento es importante enfocarse en lo más fundamental para vivir: Respirar. A menudo los jugadores se van al fondo de cancha para calentar y desde el primer golpe se puede ver en su cara una expresión contraída (o cualquier otro tipo de contracción muscular) lo cual es símbolo de mala respiración.

Hacer un calentamiento de calidad en los cuadros exhalando  (soplando)  al momento de golpear puede ayudar a dirigir mejor la respiración. Soplar libera el cuerpo. No es conveniente calentar pegándole a la bola atrás (del cuerpo) con mucha fuerza desde el fondo de la cancha y seguir así sabiendo que eso puede causar dolor en el brazo o en el hombro en algún momento.

Podemos permanecer en los cuadros unos diez minutos escuchando al cuerpo y dándonos cuenta de que podemos estar relajados dándole a la pelota amarilla.

Poco a poco nos vamos alejando de los cuadros yéndonos al fondo de la cancha con muy poca velocidad y sobre todo enfocándonos en el momento de exhalar durante el golpe para obtener la máxima relajación. Esto permite pasar el brazo libremente sin ningún tipo de tensión en el cuerpo.

¿En qué nos beneficia hacer este ejercicio?

La respiración es la herramienta principal de muchos jugadores profesionales para concentrarse en el momento presente. Cuando nos concentramos en la respiración no pensamos ni en los errores pasados ni en las limitaciones que podamos tener. Al enfocarnos en la respiración, no hay nada más que ese momento y de esa manera no permitimos a las emociones influenciar nuestro juego. No se puede negar que se tienen emociones pero al tomar una pausa existe la oportunidad de observar por un momento la situación desde afuera como si fuéramos una torre de control.

Por experiencia profesional me es posible resumir este artículo con dos casos:

• Modo cerrado: “Al jugar nada me sale bien”“Estoy muy sensible” “No tengo tolerancia” “Me cuesta trabajo lidiar con mis errores” “Quiero gritar, aventar la raqueta” > Estoy en una modalidad negativa donde mis emociones me dominan
• Modo abierto: “Soy paciente” “No hay problemas, solamente soluciones” “Veo la situación desde afuera” “Estoy calmado” “Las oportunidades están a mi alcance” > Estoy en una modalidad positiva donde mi respiración es buena.

Finalmente no importa si uno se encuentra entrenando, en un partido profesional o jugando por placer con los amigos esta sencilla técnica de enfocarse en el presente puede ser el primer paso para una jugada más eficiente.

Yo sé respirar, sé estar relajado yo confío en mí.

“El tenis es fluir”

El autor, Tigrane Boghossian es de nacionalidad francesa con experiencia de alto nivel tanto como sparring partner, jugador y entrenador