Las afortunadas personas que este año asisten al US Open, disfrutan de días de sol, diversión y mucho tenis.

El US Open se ha convertido en el evento deportivo anual al cual asiste mayor cantidad de gente. En el 2008 atrajo 720,227 personas, más que cualquier otro evento de Gran Slam.

No sólo presume un elenco tenístico de lujo, con los mejores tenistas del orbe, sino que también el clima en Nueva York ha sido perfecto (alrededor de 24 grados centígrados), con un casi inexistente viento y cielos azules, sin rastros de nubes que han conspirado para hacer la asistencia al torneo aún mayor este año.

Dentro del complejo tenístico, alrededor de una fuente de enormes proporciones rodeada de cafés y tiendas se congrega una multitud para disfrutar en la pantalla gigante el partido más importante, mientras un marcador gigante muestra los resultados de los otros matches.

A pesar de los altos precios de los boletos, el estadio Arthur Ashe, con capacidad para 23,763 personas, se llena a reventar, aunque si uno tiene uno de los asientos de hasta arriba es muy probable que uno pueda apreciar mejor el hotel donde se hospeda Federer que a Roger jugando en la cancha.