Los paralelos entre Andy Murray y Guillermo Coria deberían servir como advertencia al tenista escocés sobre su posible destino.

Analicemos primero la historia de Guillermo Coria,  quien fue uno de los mejores juveniles del mundo, ganando el Roland Garros juvenil en 1999 y debutando profesionalmente en el 2000.  Tres años después ya era considerado uno de los mejores tenistas sobre arcilla, sin embargo, de manera aparentemente inexplicable,  para el 2005 empezó a desarrollar un problema psicológico que se reflejaba en la falta de “timing” en su saque que causaba que hiciera una cantidad de dobles faltas en sus partidos.

¿Qué fue lo que pasó en la cabeza de Coria que lo afectó de tal manera que pasó al olvido después de ser uno de los mejores tenistas y llegar al No. 3 en el ranking mundial?

Los especialistas coinciden que fue la final del Roland Garros en el 2004 la que lo traumatizó. Coria perdió contra Gastón Gaudio después de ganar el primer set 6-0, el segundo 6-3 y de tener dos match points con su servicio. 

Algo similar ha pasado con Andy Murray.  Tras su derrota contra Roger Federer en la final del Abierto Australiano, algo se le ha “atorado” al escocés en la cabeza que ha causado que juegue muy por debajo de su nivel y sea eliminado en las primeras rondas de los torneos.

Al igual que Coria en su momento, Murray se encuentra frustrado con sus resultados y falto en motivación para seguir adelante. .

Lo que es incuestionable es que ambos tenistas fueron dotados de un enorme talento natural, que se siente desperdiciado.

¿Habrá avanzado lo suficiente la psicología deportiva para salvar a Murray y evitar que siga los pasos de Coria?

http://sportsillustrated.cnn.com/2010/writers/jon_wertheim/04/21/mailbag/