"Me estaba quejando del público. Estaban todavía aplaudiendo durante el punto. Pero el verdadero problema era conmigo mismo. Para superar esa situación, necesito enojarme con alguien, y no quería romper mi raqueta, así que decidí enojarme con el juez de silla," explicó Stanislas Wawrinka en la conferencia de prensa tras derrotar a Grigor Dimitrov en el Mutua Madrid Open 2013.

Aunque el escoger al juez de silla como blanco de nuestro enojo no es nada recomendable, el consejo que podemos extraer de las palabras de Wawrinka es que cuando no puedas superar alguna emoción negativa en la cancha, trata de primero canalizarla hacia un elemento externo, para posteriormente borrarla de tu mente.