Para Andy Murray estos dos últimos meses han sido una verdadera “montaña rusa” emocional cuyo clímax fue ganar la medalla de oro olímpica en Londres 2012.

Hace algunas semanas lo vimos llorar desconsolado tras perder la final de Wimbledon 2012. El tenista escocés empezó brillantemente, ganando el primer set, para perder los siguientes tres y ceder la corona a Federer, 4-6, 7-5, 6-3, 6-4.

La sensación de “tan cerca y tan lejos” se convertía en un lastre cada vez más pesado sobre los hombros del tenista, pues esa era la cuarta final de Gran Slam a la que llegaba sin tener éxito.

Pero este pasado fin de semana todo cambió-- Andy Murray superaría a Roger Federer en sets consecutivos para  ganar el metal dorado, 6-2, 6-1, 6-4.  Fue una verdadera paliza propinada al suizo en la que Murray llegó a ganar 9 juegos consecutivas, rompiendo el servicio del no. 1 del mundo cuatro veces seguidas. Dulce venganza, pues Roger Federer le había derrotado en tres de las cuatro finales de Gran Slam-- US Open 2008, Abierto Australiano 2010 y Wimbledon 2012. 

“El Triunfo Más Grande de Murray, Gana Medalla Olímpica,” leía la nota principal en el portal de la ATP, sin embargo las repercusiones a corto plazo en el tenis varonil serán mayores, pues Andy Murray finalmente ha roto la maldición que tenía encima de estar condenado a perder los  torneos más importantes.

Ahora el escocés sabe que “si se puede”, derrotar a sus grandes verdugos Federer, Nadal y Djokovic y ganar el ansiado título de Gran Slam.