Novak Djokovic ganó en Melbourne el primer Gran Slam del año, Rafael Nadal (como es costumbre) se quedó con el Roland Garros, Roger Federer se coronó en Wimbledon y Andy Murray se colgó la medalla de oro olímpica.

Ahora que inicia el último torneo mayor la incógnita es-- ¿qué tenistas llegan a Nueva York con más “sed y hambre” de ganar?

Empezaremos por eliminar de nuestra lista a Nadal, quien se encuentra en recuperación en su casa de Mallorca desde las Olimpiadas y ha declarado que se tomará tanto tiempo como sea necesario para recuperarse de la tendinitis en su rodilla izquierda.

En cambio, Federer llega enrachado y jugando su mejor tenis en mucho tiempo-- la semana pasada ganó el Masters 1000 de Cincinnati y hace unas semanas también Wimbledon y la medalla de plata olímpica.  Roger no ha ganado el US Open desde 2008 y llega con “hambre” de devorar su título de Gran Slam número 18 y de crecer su leyenda para hacerse “inmortal” como el indiscutible mejor tenista de la historia.

Después de un 2011 maravilloso, Novak no ha brillado con tal intensidad este año y su “hambre” arribando a Flushing Meadows es defender el título y de paso cobrarse las dolorosas derrotas que le ha infringido Federer en las últimas 6 semanas-- semifinales de Wimbledon y finales de Cincinnati con el primer set un... ¡0-6! , su única “rosca” del año.  

En cuanto a Andy Murray, debido a que fue sembrado no. 3, se enfrentaría a Roger Federer en la semifinal. Ambos tenistas se han visto las caras dos veces en Wimbledon en las últimas semanas, con triunfo para el suizo la primera vez y 28 días después, para el escocés en los Juegos Olímpicos.

Murray  llega con la fuerte intuición de que éste puede ser su primer título mayor, después de perder 3 finales, así que siente  “hambre” de ganar su primer y a diferencia de en el pasado, esta vez sabe que “si se puede”. 

En cuanto al cuadro femenino, aquí hay dos tipos diferentes de “hambre” identificados-- el de Serena Williams y el de todas las demás.   La tenista estadounidense quiere revertir la mala suerte o karma que ha tenido en el torneo, pues tanto en 2009, como en 2011 fue penalizada con un punto en momentos clave del match.

En cuanto a las otras 127 mujeres que pariciparán en el US Open, el  “hambre” de todas ellas es poder realizar el milagro de derrotar a Serena, lo cual es altamente improbable si Williams se mantiene jugando al nivel que ha demostrado en torneos recientes.