En 1991 y 1992, la no. 1 del mundo, Mónica Seles superó en dinero embolsado por premios de torneos al entonces mejor tenista hombre Stefan Edberg.

Seles, nacida en la antigua Yugoslavia y hoy nacionalizada tanto estadounidense como húngara, fue la fuerza dominante del tenis femenil a principios de los 90´s, ganando 9 títulos de Gran Slam y 3 Campeonatos WTA de fin de temporada.

A la tierna edad de 16 años y 6 meses, Mónica ganó su primer título mayor en Roland Garros 1990, superando a la hasta entonces mejor tenista del circuito, Steffi Graf y un año más tarde le arrebataría la cima del ranking de la WTA.

Su dominio del tenis en 1991, la llevó a ganar el Abierto Australiano, defender exitosamente Roland Garros, coronarse en el US Open y adjudicarse el WTA Campeonato de fin de año. Sólo se le escapó Wimbledon, en el que no participó por lesión.

Para 1992, afianzaría su hegemonía, al ganar nuevamente en Melbourne, Paris y Nueva York; perdiendo la final en Nueva York contra Steffi Graf y ganando nuevamente el torneo de fin de año.

Entre enero 1991 y febrero 1993, Seles ganó 22 títulos y llegó a 33 finales de los 34 torneos que jugó, con un registro de 159 victorias por tan sólo 12 derrotas (92.9%).

Desafortunadamente, en uno de los incidentes más oscuros del tenis, Mónica sería apuñalada en la espalda en un cambio de cancha por un fanático de su archirival Steffi Graf.

Mónica se recuperaría de su lesión, pero jamás lograría el nivel de aquellos dos años, 1991 y 1992, que permanecerán en los libros del tenis como unos de los mejores que tenista alguno haya tenido.