Haciendo honor a su apodo, “Boom Boom”, la alemana Sabine Lisicki ha logrado en Stanford el récord de velocidad en un saque del circuito femenino, alcanzando los 210,8 kilómetros por hora (131 millas/h), aunque no le valió de mucho, ya que terminó perdiendo en la primera ronda ante la serbia Ana Ivanovic por 7-6 y 6-1.

Precisamente, la alemana había logrado su saque más rápido como profesional en el mismo torneo en 2011, cuando sirvió a 201,2 km/h, lo que la posicionaba en sexta posición de los saques más rápidos del circuito de la WTA.

El anterior récord lo ostentaba la estadounidense Venus Williams con un servicio de 208 km/h (129 millas/h) conseguido en el US Open en 2007.

Solo nueve tenistas han logrado servir por encima de los 200 km/h, la propia Lisicki, Serena y Venus Williams, Julia Goerges, Ana Ivanovic, Kristina Mladenovic, Brenda Schultz McCarthy, Anna Lena Groenfeld y Nadiia Kichenok.

Si superar los 200 Km/h es algo que aún cuesta en las mujeres, no lo es tanto en el circuito masculino, donde el record de saque lo posee el australiano Samuel Groth, que llegó sacar a 263 km/h en 2012 en el challenger de Busan. Pese a perder ese partido, Groth superó por tres ocasiones el récord que poseía hasta ese momento en croata Ivo Karlovic de 251 km/h, ya que sacó también a 253,5 y 255,7 km/h.

Dato interesante: la diferencia entre el saque más rápido masculino y el femenino es de 52.2 km/hr.