La crisis social y económica que vive el pueblo venezolano ha contagiado también al deporte y en particular le pegará al tenis en el 2017.

Otra víctima más de la violencia, el tenis

Debido a la inestabilidad prevaleciente en Venezuela, la Federación Internacional de Tenis (ITF) ha promovido el mover la localía de la Copa Davis a una sede neutral para la serie Venezuela-Bahamas la cual se disputará en Miami.

Adicionalmente, los torneos ITF que se realizaban año con año en el país sudamericano han sido cancelados a falta de garantías para los participantes. Dentro de los torneos afectados se encuentra uno de los torneos juveniles más importantes de Sudamérica, la Copa Banco Venezuela, torneo Grado 1.

Paro nacional Pro-Tenis

Ante esta situación, el pasado 8 de diciembre jugadores, entrenadores y algunos federativos del tenis venezolano llamaron a un paro nacional, el cual fue difundido en redes sociales mediante imágenes y videos, utilizando el hashtag  #QueremosTenisITFVenezuela2017 y #QueremosJugarCopaDavisEnVenezuela. Todo esto fue para dar a conocer al mundo sobre el veto a Venezuela con la esperanza de recibir apoyo para revertir la decisión.

Factor económico, otro villano

No sólo se culpa a la inseguridad, la gran inflación que sufren los precios a causa de la devaluación del bolívar venezolano ha orillado a que los costos para la práctica del deporte de los 1,400 tenistas federados y 1,300 amateur que hay en ese país se vayan a niveles estratosféricos.

El precio de los artículos para la práctica de este deporte se ha disparado, por ejemplo, un tubo de tres pelotas tiene un valor de 14,500 bolívares, equivalente a 1,450 usd. Un par de tenis de precio módico tienen un valor de 50,000 bolívares o 5,000 dólares, mientras que las raquetas rondan entre los 201.900 (20,190 usd) la más baratas, mientras la más cara tiene un valor de 1,012,000 bolívares (101,200 dólares).

Más allá de lo monetario

El costo social será el más alto de todos, ya que sin torneos que promuevan la participación de sus raquetas en un entorno local con rivales internacionales de buen nivel, seguramente veremos el declive de una de la tradiciones tenísticas por excelencia de Sudamérica que desarrolló figuras como el actual comentarista de ESPN y ex TOP 100, Nicolás Pereira, quien en 1988 se convirtió en el mejor juvenil del mundo al ganar las versiones junior de Roland Garros, Wimbledon y US Open.