Todas las ganadoras de los torneos de Gran Slam en el 2013, medían 1.70 mts. o más de estatura.

A pesar de que el flamante ganador del Abierto Australiano 2014, Stanislas Wawrinka, es un jugador TOP 10, todavía es virtualmente desconocido para muchos.

Aquí 10 datos sobre su persona publicados en el portal www.metro.co.uk para conocerlo mejor:

1. Derrotó a los sembrados no. 1 y 2, Rafa Nadal y Novak Djokovic, en camino a coronarse en Melbourne. La última vez que sucedió esto en un Gran Slam fue hace 21 años, con Sergi Bruguera en Roland Garros 1993.

En su camino a la final del Abierto Australiano 2014, Stanislas Wawrinka y Rafael Nadal disputaron diez tie-breakers en rondas previas, de los cuales ganaron todos menos el que perdió el suizo contra Tomás Berdych en la semifinal.

Este dato es muy importante, ya que una tercera parte de los 30 sets que jugaron en Melbourne fueron de muerte súbita, lo cual quiere decir que un puñado de puntos son los que deciden un partido y el paso a la siguiente ronda.

El color rojo fue favorecido por las marcas deportivas para vestir a las estrella del tenis varoniles que llegaron a la semifinal y final del Abierto Australiano 2014.

Nike vistió predominantemente de rojo a Rafael Nadal y también Roger Federer lucía sus zapatos tenis, muñequera y cinta para la cabeza de ese color.

Tomás Berdych, el otro semifinalista, también vistió shorts color rojo de su sponsor H&M al igual que el flamante ganador del Abierto Australiano 2014, Stanislas Wawrinka. patrocinado por Yonex.

Stefan Edberg e Ivan Lendl compiten por el premio al mejor drive por detrás de la espalda.

De acuerdo a la leyenda del tenis estadounidense Chris Evert, hay en China 15 millones de tenistas y 116 millones de televidentes en ese país vieron a la tenista china Li Na ganar el Roland Garros 2011.

“Estoy jugando el Abierto Japonés, No es el Abierto Australiano,” bromeó Jelena Jankovic tras eliminar consecutivamente a tres jugadoras japonesas en la primera semana en Melbourne, “Derroté a tres japoneses en tres rondas. Me disculpó, Japón,”