La relación padre-tenista siempre ha sido polémica y existen numerosos casos como: las hermanas Williams, Sharapova, Rezai, Henin, Lucic, Graf, Capriati, Pierce y Navratilova.

El más reciente es el de la australiana, nacida en Serbia, Jelena Dokic, cuyo padre Damir Dokic, hizo un escándalo, en el 2001 imaginando una conspiración en contra de su hija en el sorteo del Abierto Australiano y poco después amenazó con secuestrar a su hija, matar a un hombre o dejar caer una bomba nuclear sobre Sydney.

Jelena fue la que finalmente se alejó de su papá y, con nuevo novio y metas, y queriendo sanar las relaciones con su mamá y hermano, ha resurgido en el circuito, prometiendo no ver a su padre “ni en pintura”.

"No estoy en contacto con él. Sería un milagro que hubiese cambiado. Acabé con él para siempre", sentenció.

Y los resultados no se hicieron esperar: este año, Dokic llegó hasta los cuartos de final en el Abierto Australiano.

Para proteger a las tenistas de estas situaciones, la WTA ya tiene una nueva regla que prohíbe la conducta abusiva por parte de tenistas, familiares o entrenadores.