Torneos de Tenis

“Hambre” de los nuevos y la zona de confort de los veteranos

2017-01-23
“Hambre” de las nuevos y la zona de confort de los veteranos

El Abierto Australiano 2017 es el escenario en el que mientras los jugadores jóvenes de la nueva generación buscan desesperadamente abrirse paso, hacerse de un nombre y derrocar a los establecidos, muchos de éstos últimos ya con muchos millones de dólares en el banco y habiendo saboreado el éxito en el  deporte, enfrentan la encrucijada de o caer en la “zona de confort” o el enfocarse para darle el último empujoncito a sus carreras.

Dimitrov, no pasa de la infancia

Uno de los jugadores que hace casi una década parecía arrancar con “hambre” de triunfo es Grigor Dimitrov. El búlgaro comenzó su carrera en 2008, ilusionando al medio como el sucesor de Roger Federer por su estilo de juego que parecía clonado del suizo lo cual le ganó el apodo de Baby Federer. A pesar de la gran técnica y enorme potencial que demostró en sus primeros años en el circuito, Dimitrov nunca maduró más allá de “baby” y ahora con 25 años apenas cuenta en su palmarés con cinco títulos ATP y nunca ha podido trascender en torneos de Grand Slam como finalista, accediendo hasta cuartos en el Abierto de Australia y semifinales de Wimbledon, ambos en 2014.

Hoy día nos encontramos con un Dimitrov con mayor madurez que bajo la batuta del coach venezolano Daniel Vallverdu trata de encarrilar su carrera y finalmente concretar la expectativa de convertirse en el “titán búlgaro”que todos esperaban.  Para el primer Grand Slam de este año,  Grigor ya se colocó en cuartos luego de eliminar fácilmente a Richard Gasquet  y a la revelación del torneo, Denis Istomin, quien derrotó a Novak Djokovic. Ahora Grigor nuevamente tendrá la díficil tarea de probarse a sí mismo que nunca fue un espejismo el potencial mostrado en sus primeros años en el circuito y que está listo para escalar al siguiente peldaño.

Evans, talento latente que de pronto se detona

El británico Daniel Evans es uno de esos  jugadores a los cuales parecía que se les estaba “llendo el tren”, condenado a terminar su carrera sin pena ni gloria. Sin embargo, el 2016 fue el año de su renacimiento y logró lo que no había podido en 10 años de carrera-- colocarse dentro del TOP 100. Ahora este 2017 y con 26 años, Evans sigue cosechando buenos resultados para ubicarse en el puesto 56 y tener como objetivo el colocarse proximamente dentro del TOP 20.

A Evans se le podìa definir como un “guerrero latente”, quien a pesar de su gran talento nunca emergió del capullo. En 2013, demostró destellos de su capacidad al llegar hasta la tercera ronda en el Abierto de Estados Unidos, luego de vencer a Kei Nishikori, Bernard Tomic y caer ante el veterano Tommy Robredo. Pero pasaría dos años en el limbo, donde sus dotes deportivos no lograron el impulso que anhelaba el tenis británico.

Para este 2017, el plazo parece haberse cumplido y Evans alcanzó el nivel de madurez emocional y técnica para lograr su primera final ATP en el Abierto de Sydney, donde fue derrotado por Gilles Muller. En Melbourne, nuevamente demostró su “hambre” de triunfo para meterse por primera vez a cuarta ronda de un Grand Slam, derrotando en el camino a Marin Cilic y a Bernard Tomic para ceder en cuatro sets ante Jo-Wilfried Tsonga.

El “hambre” de la nueva generación

El 2016 fue el año donde los jugadores de la Next-Gen comenzaron a llamar la atención por su talento emergente que los empoderaba para ser los sucesores de los TOP 5 actuales. En este grupo se encuentran Dominic Thiem,, 23 años, y  Alexander Zverev,19 años, entre otros.

Los inicios del 2016 es la etapa donde Thiem daría el estirón para mostrar su verdadero potencial y levantar cuatro títulos en el año. Sin embargo,  a mitad de la temporada, se quedó “sin gas” y optaría  por no jugar en Río 2016 y otros torneos más por la fatiga acumulada en la primera parte del año.

Este 2017, Thiem regresó recargado para colocarse por primera vez en la cuarta ronda del Abierto de Australia donde fue eliminado en cuatro sets por el belga David Goffin.

“El Zar” alemán

Alexander Zverev, de 19 años de edad y nacido en Alemania de ascendencia rusa, es uno de los principales contrincantes que tendrá Thiem a mediano plazo si pretende convertirse en el “Rey del Ranking” de la nueva generación. Zverev consiguió su primer título ATP en el Abierto de San Petersburgo derrotando a Stan Wawrinka en tres sets.

Este 2017, Zverev tuvo un debut soñado en el marco de la Copa Hopman donde logró derrotar a Roger Federer. La inercia de haber derrotado al suizo lo llevó a conseguir la tercer ronda en el Abierto Australiano 2017 y hacerle frente a otro de “Los Cuatro Fantásticos”, en esta ocasión Rafael Nadal, quien causó que el alemán se estrellará en un disputadísimo partido a cinco sets (4-6, 6-3, 6-7, 6-3, 6-2).

¿La generación perdida de Australia?

Si bien son varios los tenistas de la ATP menores a 25 años ubicados entre los mejores 100 del mundo , tres son los casos inquietantes de jugadores que probablemente no alcancen su potencial si no logran solucionar el problema de su inmadurez emocional.   Ellos son los australianos Nick Kyrgios, Bernard Tomic y Thanasi Kokkinakis, quienes se han ganado el mote de los “chicos malos” del tour y a pesar de que parecían tener un gran futuro por delante, no han potenciado eficientemente sus primero años en el profesionalismo, rodeados de la polémica que siempre gira en torno a su vida dentro y fuera de la cancha.

Tomic despertó el interés del tenis australiano por la gran carrera juvenil que tuvo y se perfilaba a ser el relevo del gran Lleyton Hewitt, incluso a partir de los 15 años comenzó a recibir invitaciones para participar en torneos grandes y aprender de la élite del tenis mundial, condición que no fue aprovechada como debía haber sido. Su comportamiento fuera y dentro de la cancha lo llevó a ser suspendido por la Federación Australiana de Tenis en reiteradas ocasiones. Con 24 años posee solamente tres títulos ATP y una final.

Kokkinakis es otro jugador de la camada australiana cuyas actuaciones en el circuito juvenil lo catapultaron a torneos importantes. Tristemente para él los excesos de la vida social lo han hecho salir de la concentración necesaria para destacar en la ATP y las lesiones también lo han marginado cuando ha tenido intención de recomponer el camino. Por su juventud, “The Kokk” aún se encuentra en condiciones de sentar cabeza, pues con 20 años puede todavía potenciar su gran talento y reclamar su lugar entre la élite del deporte.

 

LO QUE TIENES QUE SABER

El “hambre” de reconocimiento es el factor que siempre impulsa a las nuevas generaciones a desbancar a las figuras establecidas, pero… ¿qué pasa una vez que ésta se sacia?

Autor: 
Iván Aguilar Alcalá y Edgar G. Allegre